Hay mujeres que tienen sus pequeñas debilidades y secretos. Por ejemplo, estamos seguros de que prácticamente todas han tratado de sacar las últimas gotas de su crema favorita. O se han preocupado demasiado por unos zapatos estropeados, por lo menos una vez en la vida.
Atento a estas fotografías, porque seguro que muchas de nosotras nos sentimos identificadas con algunas de ellas.
“No quería arruinar el diseño”
Esto significa usar el producto hasta la última gota. ¿Puedes hacer lo mismo?
“En el salón de manicura me dijeron que tengo unas uñas muy cortas. Pero aun así me gustan”
“Se me terminó por completo el barniz para uñas”
“Compré una toalla para cada día de la semana. Conseguí este rollo”
Antes de lavarlos, eran dos calcetines iguales
Ver esta publicación en Instagram
De la necesidad nace la genialidad
“Tenía tanta hambre que cuando estaba comiendo una papa a la francesa, mordí mi uña. ¿Cómo pude hacer esto?”
Conseguí unas buenas macetas a partir de unos frascos de crema
“Mi cachorro hizo harapos mis zapatos favoritos. Nunca más encontraré unos así, porque los había comprado en una tienda de segunda mano”
“Calenté demasiado una bolsa de quinoa en el horno de microondas. Lección aprendida”
Mi nuevo barniz para uñas resultó ser del mismo color que la pasta de dientes
Nunca es demasiado para la ropa interior bonita
“Todos los cosméticos que usé el año pasado”
“Mi cabello se ondula en las puntas y los mechones superiores quedan lisos. ¿Alguien sabe por qué sucede esto?”
Gasté toda esta sombra para párpados en un año
“No puedo creer que he usado casi todo mi labial de color turquesa”
“No sé cómo cortar y peinar esta bola esponjosa”
“Mi novio abrió mi frasco con dispensador cuando ya no podía sacar crema de ahí. Quedé realmente sorprendida”
“Le agregué hiperpigmentación a mi personaje virtual para que se pareciera a mí”
“Mi lavadora se descompuso. Ahora siempre revisaré los bolsillos de la ropa de los niños”
Y a ti, ¿qué situación te ha resultado más familiar?