Se trata de una de las canciones más queridas de la historia del pop español, que ha sido versionada por bandas como Amaral o Siniestro Total, y es imposible no acordarse de ella cada 20 de abril. Pero a pesar de los recuerdos que nos traiga la canción de los Celtas Cortos, está claro que hoy en día, más de 25 años después, sería inconcebible escribir una canción con esta letra. Para empezar, porque ya casi nadie escribe cartas. O porque es muy difícil perder el contacto con los amigos de la juventud, gracias a las redes sociales.
Aunque hable de la primavera de 1990, la canción en realidad fue compuesta por Jesús Cifuentes un año más tarde, cuando pasó un año en un instituto en El Tiemblo, Ávila, como trabajador social. El tema fue el primer sencillo del disco Cuéntame un cuento, con el que Celtas Cortos fueron premiados con un merecido Ondas en 1991.
Inolvidable, ¿verdad?
Si Cifuentes escribiera la canción hoy en día, todo sería muy diferente. Así que compartimos una propuesta que se ha hecho viral, por supuesto desde el cariño, en la que se anotan todas las cosas que debería tener en cuenta su autor si quisiera actualizarla. A nosotros nos ha parecido fascinante:
Pero vayamos más lejos todavía, ¿y si Cifuentes, en vez de coger un papel y un boli, hubiera cogido el móvil y hubiera mandado un WhatsApp? Pues el resultado sería esta versión de la canción actualizada con emojis que también nos encanta:
Algunas curiosidades sobre la canción: el 20 de abril es tan significativo para Celtas Cortos que, después del regreso de Cifuentes al grupo —ya que el cantante había abandonado durante unos años la formación— su siguiente disco lo titularon 40 de abril. Además, la canción es tan querida en Valladolid natal que centenares de vecinos de la ciudad firmaron una petición para que el Ayuntamiento cambiara el nombre de la calle Primo de Rivera por el de 20 de abril del 90, aunque finalmente no prosperó la moción.
Por cierto, que una de las frases más llamativas de la canción, que ha generado mucho debate, es en la que aparece el nombre de la cabaña. Hay quien sostiene que la canción dice «Turbo», pero en realidad habla de «La cabaña del Turmo».
La cabaña en cuestión existe, es un refugio de montaña situado a 1.730 metros de altitud en el Valle de Estós, en Benasque, Aragón, que se utiliza como base para ascensiones al Portillón de Oô y al Perdiguero.
Y este es el aspecto de la famosa cabaña —podéis ver más fotos aquí y aquí.
¿Qué os parece a vosotros? Contádnoslo en los comentarios.
Por cierto, que la chica a la que iba dirigida «20 de abril del 90» al final contestó a Jesús Cifuentes, y tenemos la carta.